jueves, 22 de noviembre de 2007

Filosofia de Vida.....

Un profesor de filosofía estaba frente a sus alumnos con algunas cosas encima de la mesa. Cuando la clase empezó, silenciosamente cogió un frasco vacío de mayonesa y empezó a llenarlo de piedras de unos seis o siete centímetros de diámetro. Después de hacer esto, el profesor preguntó a la clase si el frasco estaba lleno. La clase en pleno contestó que sí. Entonces el profesor cogió piedras más pequeñas y las metió también en el frasco. Después de meter unas cuantas, agitó el frasco ligeramente. Las piedrecitas, por supuesto, se colaron entre los espacios que las piedras más grandes habían dejado, llenando los espacios vacíos. Después de hacer esto, el profesor volvió a preguntar si el frasco estaba lleno, a lo que la clase volvió a responder que sí. Los estudiantes se rieron. El profesor entonces cogió una caja de arena y lo echó en el frasco. Por supuesto la arena ocupó el espacio que seguía estando vacío. "Ahora" -dijo el profesor-, "quiero que vosotros veáis en esto vuestra vida. Las rocas grandes son las cosas realmente importantes como la familia, la pareja, la salud, los hijos. Cosas que si todo lo demás se pierde y sólo esas se quedan, vuestra vida estaría todavía llena. Las piedras más pequeñas son las otras cosas que importan como el trabajo, la casa, el coche. La arena es todo lo demás. Las cosas sin importancia. Si ponéis la arena en el frasco lo primero de todo, entonces no tendréis espacio ni para piedrecitas ni para rocas. Lo mismo se puede aplicar a vuestra vida.Si malgastáis vuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendréis sitio para las cosas que realmente son importantes. Prestad atención a las cosas que son esenciales para vuestra felicidad. Jugad con vuestros hijos, tomaros tiempo para ir a haceros un chequeo médico, llevad a vuestra pareja a bailar. Siempre habrá tiempo para el trabajo, para limpiar la casa o arreglar un electrodoméstico. Cuidad de las piedras grandes primero, que son las cosas que realmente importan. Poned claras vuestras prioridades. Lo demás es tan solo arena. Pero entonces... Un estudiante cogió el frasco que los otros estudiantes y el profesor estaban de acuerdo en que estaba lleno y procedió a verter un vaso de cerveza en él. Por supuesto la cerveza rellenó los espacios que todavía quedaban vacíos, haciendo que el frasco estuviera ya completamente lleno. La moraleja de esta historia es: No importa como de llena esté tu vida, siempre hay sitio para una cerveza.

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