
Cuenta la historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por el bosque. Mientras el maestro paseaba silbando y distraido, observando los pájaros, los árboles con los que se iba cruzando por el camino, su acompañante parecía inquieto y nervioso. No tenía ni idea de adónde se dirigían. Harto de esperar, finalmente el discípulo rompío su silencio y preguntó: ¿ Adónde vamos? a lo que con una amable sonrisa Confucio contestó: " Ya estamos "
2 comentarios:
Si ke tienes paciencia sí... k hace casi un mes k no actualizas!!
¿Eso ahora se llama paciencia? jajaja
Yo creí que al igual que el sabio Confucio "había llegado"
Publicar un comentario