La mitad de nuestros errores en la vida, vienen del hecho de que nos dejamos llevar por los sentimientos cuando deberiamos razonar, o de que razonamos, cuando deberiamos dejarnos llevar por los sentimientos
miércoles, 4 de febrero de 2009
La Banca. ( limpia, brilla y da explendor)
"Que buenos son los padres agustinos, que nos llevan de excursión"... eso se podría deducir de sus palabras, y uno suscribe lo que dice Iñaqui Gabilondo:
Por fin han hablado los bancos. Lo han hecho a través del presidente de la Banca, Señor Martín. Y nos han dejado los siguientes mensajes
1º: el Gobierno lo ha hecho fatal. Actuó tarde y equivocadamente.
2º: los bancos españoles son magníficos. Gracias a ellos no estamos tan hundidos como mereceríamos.
3º: porque mereceríamos estar peor, dado que todos, empresas y familias, nos hemos endeudado demasiado, por encima de nuestras posibilidades. Bien. Dejemos el punto numero uno, referido a la mala actuación del Gobierno, de la que se ha hablado y se habla sin cesar. Aceptemos el número dos, el que alude a la alta calidad de nuestro sistema bancario, aunque no acertemos a entender por qué hay que ayudarle si sigue ganando. Y detengámonos en el punto número tres. Henos aquí, empresas y ciudadanos, culpables por haber sido seducidos por todas las tentaciones desplegadas por el sistema financiero. Los que ofrecían el dinero regalado, los que nos engatusaban con créditos irrechazables, por encima del valor de la vivienda, los que se hicieron de oro con nuestra ingenuidad, ahora nos culpan. Y eso no lo hizo un banco, o dos. Lo hicieron todos. El que comete errores debe pagarlos, se ha atrevido a decir el presidente de los banqueros, en representación de quienes nos incitaban a endeudarnos. Y aquí viene lo más gordo: dice que ellos ya sabían que todo era un disparate, pero qué podían hacer. La inmensa clase media que, sin experiencia financiera, puso en sus manos el primer dinero que veía en su vida, ¿fue avisada de algo?. Cada cliente, un amigo, afirmaba la publicidad. El Gobierno, ciego por narcisismo, y los bancos, con los ojos cerrados por interés, nos llevaron a todos a la ceguera. Y ahora nos lo reprochan. Cuando la sociedad lo está pasando mal, los comentarios del Señor Martín sobre el endeudamiento culpable de los ciudadanos es casi una ofensa. Máxime cuando, en efecto, nuestros errores los pagamos nosotros, bien que lo sabemos. Pero hemos aprendido que los suyos, los que cometen los bancos, los pagamos también."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario