martes, 12 de junio de 2007

UNA TESIS DOCTORAL SOBRE LA PALABRA “COJONES” Arturo Peréz-Reverte

Ahora me explico las quejas de los extranjeros (léase, “no españoles”) por sus dificultades con nuestras acepciones.
Un ejemplo de la riqueza del lenguaje Castellano es el número y acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada referencia a los atributos masculinos:"cojones".

Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos según sea el número utilizado. Así:
"uno" significa caro o costoso: valía un cojón
"dos" significa valentía: tiene dos cojones
"tres" significa desprecio: me importa tres cojones
Un número muy grande más la palabra "par" significa dificultad: lograrlo me costó mil pares de cojones.

El verbo cambia el significado.
"Tener" indica valentía: ese tío tiene cojones; con signos de exclamación puede significar sorpresa: ¡tiene cojones!.
"Poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares: puso los cojones sobre la mesa.
También se los utiliza para apostar: me corto los cojones, o para amenazar: te corto los cojones.

El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase.
El presente indica molestia o hastío: me toca los cojones.
El reflexivo significa vagancia: se tocaba los cojones.
Y el imperativo significa sorpresa: ¡tócate los cojones.

Los prefijos y sufijos modulan su significado:
"a-" expresa miedo: acojonado,
"des-" significa cansancio: descojonado,
"-udo" indica perfección: cojonudo, y
"-azo" se refiere a la indolencia o abulia: cojonazo.

Las preposiciones matizan la expresión.
"De" significa éxito (me salió de cojones), o cantidad (hacía un frío de cojones),
"por" expresa voluntariedad: lo haré por cojones,
"hasta" expresa límite de aguante: estoy hasta los cojones,
"con" indica valor: era un hombre con cojones, y
"sin", cobardía: era un hombre sin cojones.

Es distinto el color, la forma, la simple tersura o el tamaño.
El color violeta expresa frío: se me quedaron morados los cojones,
La forma, cansancio: tenía los cojones cuadrados,
el desgaste implica experiencia: tenía los cojones pelados de tanto repetirlo.

Es importante el tamaño y la posición: tiene dos cojones grandes y bien plantados).
Sin embargo hay un tamaño máximo (tiene los cojones como los del caballo de Espartero) que no puede superarse, porque entonces indica torpeza o vagancia: le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos, e incluso necesita una carretilla para llevarlos.

La interjección "¡cojones!" significa sorpresa, y cuando uno se halla perplejo los solicita (¡manda cojones!).
En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes: me sale de los cojones.

En resumen, será difícil encontrar una palabra, en castellano o en otros idiomas, con mayor número de acepciones.

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