lunes, 4 de junio de 2007

Los Cazamultas.

En algunas poblaciones importantes, las plantillas de la Policía Municipal ha incorporado a su parque móvil, unos “cochecitos”, de tamaño reducido, que tienen acoplados en su parte superior unas cámaras de video. El “renacuajo” esta dotado, en su interior, de un lector automático de matriculas. El “cazador”, “renacuajo” “cochecito”, o como quieras nombrarlo, hace una pasada por una calle, apuntando, las cámaras, a los vehículos en doble fila. El lector reconoce las matriculas. Al cabo de pocos minutos, dos ó tres, vuelve a pasar por el mismo sitio y si reconoce nuevamente alguna de las matriculas, previamente registradas, saca las dos fotos (primera y segunda pasada) y una vez volcada la información se tramitan las correspondientes denuncias. Todo ello dentro de la más estricta legalidad.

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