-El primero de los métodos consiste en demostrar la falsedad de una parte del argumento contrario, hecho lo cual, sólo cabe inferir la falsedad de todo el argumento contrario.
-El segundo se basa en afirmar una parte del argumento contrario y, haciéndolo, llevar tal afirmación hasta el extremo, hasta tal punto que las consecuencias de tal afirmación sean intolerables y el paroxismo acabe desvirtuando la totalidad del argumento contrario.
-El tercero es, desafortunadamente, el más habitual en la actualidad, y no es otro que desacreditar públicamente al orador oponente, con lo que su argumento pierde crédito.
-Habría un cuarto, método menor, derivado del anterior, a utilizar en casos desesperados, consistente en tomar un ejemplo, sensible, emocional, de las consecuencias de la generalización del argumento opuesto, para demostrar la bajeza moral de quien lo propugna o defiende.
CICERÓN.
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